Existen varios métodos para construir un sistema de gestión efectivo. Sin embargo, el método planificar-hacer-verificar-actuar o PDCA (plan-do-check-act) es, sin duda alguna, uno de los más interesantes y aceptados por las normas de calidad existentes (de hecho, la nueva norma ISO 9001:2015, entre otras, está concebida bajo esta metodología).
Estas cuatro etapas cíclicas, conocidas también como círculo de Deming, son una estrategia de mejora continua de la calidad ideada por Walter A. Shewhart. La misma permite a las empresas ofrecer lo mejor de sí a clientes, proveedores y demás partes interesadas en base a la experiencia adquirida y mediante la evaluación de los aspectos positivos y negativos de su actividad (entiendo el fracaso como un punto de partida hacia la mejora).
Estas cuatro fases son las siguientes:
A raíz de este ciclo de actividades podemos establecer que, en una organización, no sólo basta con aplicar cambios o mejoras, sino que estas deben ser controladas, medidas y verificadas. A modo de ejemplo, si en una metalúrgica se quiere innovar mezclando diversos metales y se obtiene una aleación con aplicaciones inmejorables, al intentar reproducir la mezcla, si no hemos anotado y planificado los pasos, no podremos volver a conseguir el mismo resultado. Conclusión: una mejora sin planificar no es una mejora significativa.
Cabe destacar que existen otras herramientas de mejora, como las que a continuación se citan, pero que el ciclo PDCA es la base en la que todos se fundamentan:
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR