Tal como había expuesto en anteriores entradas de blog, una de las actividades fundamentales de un mapa de innovación es la prospección. Está claro que no podemos a pararnos a pensar sin ver lo que tenemos alrededor y por dónde “van los tiros”.
Cuando una organización se encuentra en el proceso de toma de decisiones a la hora de acometer el desarrollo de uno u otra línea de investigación, es necesario que disponga de un conocimiento exhaustivo del estado del arte, de cómo se ha desarrollado y en qué estado se encuentra la tecnología respecto a esas líneas de investigación. Entonces, ¿cómo seguir la pista del avance de la tecnología?
En primer lugar hay que tener en cuenta que la evolución del estado del arte va directamente relacionada con la evolución de las patentes, propiedad industrial, desempeño de las empresas más innovadoras… En definitiva, la vanguarda información respecto a la evolución de una determinada solución técnica o línea de negocio. Por tanto, el estudio del estado del arte, entiendo que es la principal fuente de información para intentar determinar las verdaderas oportunidades de negocio innovadoras a la que conducir nuestros esfuerzos investigadores.
Podría concluir que los objetivos que se intentar conseguir con el estudio del estado del arte, son:
- Alcanzar un conocimiento más exhaustivo de la evolución tecnológica para una determinada actividad, problema u oportunidad
- Seguir las líneas de investigación de empresas del entorno competitivo
- Orientar en la elección y desarrollo de investigaciones actuales y futuras