Debido a la reciente publicación por parte de la Consellería de Economía, Empleo e Industria de ayudas para la implantación de la Responsabilidad Social Empresarial ( RSE), voy a aprovechar mis próximos blogs para hablaros de en qué consiste la RSE, las ventajas que se obtienen tras su implantación, así como las diversas normas que existen para su certificación.
Para empezar creo que es importante hacer una buena definición sobre lo que estamos hablando, dado que considero que la RSE es un término que estamos escuchando continuamente y que en ocasiones el saber en qué consiste realmente nos puede resultar un ambiguo y confuso.
Pues bien, considero que La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) podríamos definirla como la manera en que las empresas toman en consideración las repercusiones que tienen sus actividades sobre la sociedad, y en la que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás actores.
Se trata por tanto de un estilo de gestión empresarial que la empresa implanta de carácter voluntario y que persigue conciliar el crecimiento y la competitividad con el desarrollo sostenible, prestando atención al impacto del negocio en los cinco grupos de interés con los que se relaciona: clientes, accionistas, proveedores, trabajadores, el entorno y la comunidad; tratando de alcanzar una relación justa y equilibrada con todos ellos.
Se trata de una iniciativa de carácter voluntario y que solo depende de la empresa, y se refiere a actividades que se considera que rebasan el mero cumplimiento de la legislación.
Pero, ¿cómo puede realizar una empresa acciones de responsabilidad social corporativa? Dentro del amplio abanico de posibilidades, cuatro son las principales áreas en las cuales una empresa puede desarrollar su actividad social:
- Responsabilidad medioambiental: Todas las actividades que desarrollan las empresas tienen un impacto sobre el medio ambiente. Desde el proceso para obtener materias primas hasta la fase de distribuir productos, su fabricación… Para ser responsable con el medio ambiente hay que aprovechar en lo posible los recursos utilizados y tratar de disminuir el impacto con, por ejemplo, medidas de ahorro energético.
- Responsabilidad sobre los trabajadores: Los que desarrollan la actividad de las empresas son los trabajadores. Medidas encaminadas a conciliar el trabajo y la familia, ofrecer cursos y actividades de formación, reducir las horas extra o mantener un trato cordial y respetuoso en todos los aspectos son medidas empresarialmente
- Responsabilidad sobre el mercado: El consumidor final es el más directamente afectado por la actividad de las empresas. Es responsabilidad de las propias empresas mantener estándares de calidad en sus productos y servicios, aportando políticas de transparencia para que el mercado tenga plenas garantías de ello.
- Responsabilidad comunitaria: Las empresas se desarrollan en un entorno social y comunitario que se puede beneficiar con su actividad. Si las organizaciones contribuyen a aportar beneficios a las comunidades en las que se encuentran, la empresa también se ve favorecida: mejora su imagen pública, su prestigio se incrementa y su entorno social se convierte en un sólido aliado.